La silicona tiene múltiples usos y ha recibido una gran aceptación en la industria alimentaria por su facilidad de uso y sus aspectos de seguridad. La silicona apta para alimentos es segura, ya que se fabrica sin sustancias químicas agresivas. Este material resistente puede evitar la penetración de bacterias, lo que lo hace muy adecuado para utensilios de cocina y herramientas de repostería. Sus propiedades resistentes al calor vuelven a ser útiles, ya que la silicona puede usarse para hornear y cocinar, y gracias a su flexibilidad, es muy fácil sacar las preparaciones culinarias de los moldes. Por último, los productos de silicona son ideales para tenerlos en las cocinas actuales, ya que son ligeros, fáciles de guardar y ahorran espacio en el almacenamiento.